miércoles, 21 de abril de 2010

Hijos de la Calle

Hijos de la calle

Con la mirada extraviada
por inhalar pegamento,
con borrosos pensamientos
que lo empujan al abismo,
sin dominio de sí mismo,
se abre paso entre la gente
que camina indiferente
mirando para otro lado
pues nadie esta interesado
en saber cómo se siente.

En la parada de taxis
las puestas valen monedas
y por abrirlas se esmera
pues no es cosa muy sencilla
volver de noche a la villa
sin dinero suficiente,
porque tinen bien presente
la paliza que le espera,
esa si que es verdadera
y alli es moneda corriente.

Hace mil y un trabajitos
que le mandan los mayores;
pasa tantos sinsabores
a la edd de andar jugando,
que odio y bronca van juntando
pues la vida le ha negado,
lo que a otros le ha regalado
bajo la misma bandera.
Unos viajan en primera
pero otros viajan colgados.

Cuando llega a su morada
donde el mundo se termina,
la miseria lo domina
y entre olores nauseabundos
se hace cargo de ese mundo
en que vivir le ha tocado,
donde duermen hacinados
entre latas y cartones
con abyectas violaciones
que vive desde temprano.

Su futuro es algo incierto
mejor dicho, bien seguro,
porque con esto no dudo
que de los mil trabajitos,
lo transfieren al delito
para que vaya aprendiendo;
pierde todo sentimiento
por vivir en ese horno,
del que no existe retorno
pues de él está aprendiendo




Hijos de hijos de la calle
¡que pasa con la Argentina!
odio social que intimida
con delicuentes precoces,
y cada vez más feroces
que matan de puro gusto
donde se vive a los sustos
sospechando de las sombras
donde ya nada te asombra
porque lo justo, no es justo.

Por eso es que me hago cargo
de la parte que me toca
por eso pongo mi boca
palabras que no quisiera,
¡Porque me duele de veras!
¡Tengo el amor desgarrado!
¡porque siento, resignado
con disfraz de indiferencia
que me ha herido la impotencia!
¡por eso miro a otro lado!

Jorge Musikman

No hay comentarios: