“El ejercicio profesional en el Fuero de Familia”
Experiencia extraida desde la actividad que se desarrolla en
(Exposición efectuada por Dra.Monica Nuñez en las “XII JORNADAS DE FAMILIA, NIÑEZ Y ADOLESCENCIA” organizadas por el Colegio de Abogados de Moron, los días 2 y 3 de Junio en
Todos los jueves vienen a consulta muchas madres, padres y abuelos preocupados por su conflictiva familiar, centradas principalmente en impedimentos de contacto, violencia familiar, abuso sexual infantil y todo tipo de vulneración de derechos.
Desde
Nos topamos con parejas infelices, niños maltratados, mujeres golpeadas, abuelos o tíos entrometidos e intrigantes y hasta con vecinos poco comprometidos con esta realidad social.
Actuamos muchas veces como consejeros y hasta como sicólogos, sin llegar a cometer mala praxis… escuchando atentamente a
Los consultantes, vienen totalmente desgastados, con una gran carga emotiva, no solo por el conflicto que atraviesan sino también por el mal trato que reciben de parte de algunas instituciones, que paradójicamente en vez de brindarle una solución, incrementan su problemática, haciendo derivaciones innecesarias o inútiles.
Son pocos los operadores del sistema que actúan responsablemente. Si bien el sistema planteado por
Desde
Como abogados de familia tenemos un rol importante en la vida de estos sujetos de derecho: nuestro asesoramiento es determinante, de allí que debamos contar con una debida especialización sobre la materia. Tenemos que valernos de la interdisciplina en nuestros abordajes y trabajar en Red con los distintos efectores realmente comprometidos.
Nunca debemos perder de vista cual es el real objetivo en nuestra profesión: “abogar por los derechos del otro”.
Debemos actuar en forma neutral, con mente abierta. Si un conflicto nos afecta, debemos tener el valor y la ética suficiente como para apartarnos del caso y permitir que otro profesional pueda ayudar a esa familia.
Como operadores que intervenimos en estos conflictos familiares, sea en el ámbito de un estudio jurídico, sea en sede judicial o desde una institución u Organización no gubernamental, en esas actuaciones tenemos que pasar del criterio simplista para solucionarlos a una visión totalizadora que depare una mejor vida para la familia involucrada. Tenemos que ser consientes que estos conflictos encierran situaciones y entuertos humanos mas que jurídicos.
Debemos ayudar a estos actores a convertirse de meros espectadores a verdaderos protagonistas de su historia. Un acuerdo arribado a través del consenso es sustentable en el tiempo. Parafraseando a Roger Fisher y William Ury: tenemos que “separar a las personas del problema… concentrarnos en los intereses y no en las posiciones … ser duros con el problema y suaves con las personas”.
El rol del abogado de familia fue mutando y hoy ya dejó de ser aquel profesional que observa el encuadre jurídico del conflicto, arma la contienda judicial como un estratega, viendo a la otra parte como un enemigo al cual hay que destruir, sin importar cuantas vidas quedan en el camino…
Si bien fuimos educados para el litigio, hoy la realidad es otra. El rol se humanizó. Actuamos como verdaderos auxiliares de
Debemos aprovechar nuestros conocimientos de derecho para brindar a nuestros clientes, información completa de toda la gama de soluciones posibles desde la visión jurídica, sea desde la ley, la doctrina y la jurisprudencia o sea incluso desde la costumbre de los tribunales.
Esta mutación del rol del abogado debe sus orígenes, tanto a
Con la creación de la justicia especializada en familia, se crea una Justicia “de rostro más humano”. Nos encontramos con un juez comprometido a actuar de un modo distinto. A éste le atañe arribar a resultados de esencial dimensión humana y social. Entre sus manos se juega el proyecto, acaso la futura trayectoria vital de quien necesita de la tutela jurisdiccional. La composición de los conflictos familiares requiere ciertamente otra profundización y destreza, una especial dotación de sensibilidad. Igual importancia revisten los consejeros de familia y el gabinete de apoyo interdisciplinario.
Esta especialización se ve profundizada a través del dictado de la leyes 26061 y 13298. La especialización sufre un refinamiento: el bien jurídico protegido son los niños, niñas y adolescentes, los cuales mutan de ser OBJETOS DE PROTECCION A SUJETOS DE DERECHOS.
La convención Internacional de los Derechos del Niño, deja de ser PRAGMATICA y se convierte en realmente OPERATIVA. Nos encotramos frente a un nuevo paradigma.
Estas leyes de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes representan un avance significativo en la actualización de los conceptos e inclusión de principios tales como:
1.- El reconocimiento del niñ@ como sujeto pleno de derecho.
2.- El resguardo jurídico de su condición de SER en desarrollo
3 - El privilegio de considerar en primer término su interés superior por encima de cualquier otro derecho en expectativa.
4.- Su derecho a ser oído en cualquier instancia judicial o administrativa en el marco de un debido procedimiento y tener en cuenta sus dichos para la toma de las decisiones.
5.- El resguardo de la privacidad en todo lo atinente a las distintas alternativas que se presentan en la vida de los niños.
Las leyes mencionadas avanzan en relación con el sujeto de derecho que contemplan, pero la práctica puesta en funcionamiento en décadas deberá desterrarse con paciencia y firmeza.
NO DEBEMOS OLVIDAR QUE: La adopción de medidas especiales de protección del niño corresponden: al Estado, a la familia, la comunidad y a la sociedad, es decir TODOS SOMOS CORRESPONSABLES.
Por ello me gustaría destacar la enorme responsabilidad que nos toca vivir al haber elegido esta especialización en el derecho de familia: contamos con herramientas que otras ramas del derecho desconocen o no utilizan al 100% y lo mas importante de todo: tenemos en nuestras manos el futuro de familias (células básicas de la sociedad) que atraviesan una crisis y son por ello altamente vulnerables.
De nuestro actuar responsable depende su resurgir. Existen un sin fin de normas que tienen a la protección de las personas y a la humanización del derecho, queda en nosotros el saber utilizarlas sabiamente.
A modo de conclusión me gustaria recordar el Decálogo del Abogado de Eduardo J. Couture:
I. Estudia. El Derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos serás cada día un poco menos Abogado.
II. Piensa. El Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.
III. Trabaja.
I
V. Sé leal.
VI. Tolera.
VII. Ten paciencia.
VIII. Ten fe.
IX. Olvida.
X. Ama tu profesión. Trata de considerar
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