Desarrollo psicosociobiológico de los niños residentes en centros penitenciarios’, Jesús Jiménez Morango y Jesús Palacios González.
NIÑOS Y MADRES EN PRISIÓN
DESARROLLO PSICOSOCIOBIOLOGICO DE LOS NIÑOS RESIDENTES EN CENTRO PENITENCIARIOS, Jesús Jiménez Morango y Jesús Palacios González.
Ministerio del Interior – Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Madrid, 1998.
En este newsletter dedicado a los niños en prisión con sus madres, nos pareció importante realizar una reseña de este libro que presenta una de las primeras investigaciones empíricas en castellano, sobre niños y madres en prisión, no desde el punto de vista legal sino desde su impacto en el desarrollo evolutivo de l@s niñ@s.
Tuve oportunidad de conocer a sus autores al realizar una pasantía por la Universidad de Sevilla donde ambos son docentes e investigadores y conversar con ellos sobre el problema. El Dr. Palacios es un experto en familia y desarrollo evolutivo con interesantes publicaciones al respecto.
Como se observa en la cita bibliográfica, la edición estuvo a cargo de los Ministerios del Interior – Dirección General de Instituciones Penitenciaras – y del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales – Dirección General de Acción Social, del Menor y la Familia - , ya que era una práctica habitual en España que los ministerios y las diputaciones (nuestras municipalidades) de cada comunidad española contrataran a investigadores de las universidades para llevar a cabo relevamientos prioritarios para la toma de decisiones. Este no es un aspecto menor, ya que es el estado el que conoce la existencia de un problema, y recurre - financiando - a los recursos de las universidades para investigar y poder así tomas las decisiones adecuadas.
“El encarcelamiento de una mujer con hijos a su cargo, sobre todo si son pequeños, puede desembocar en una situación de desamparo. Es entonces, como sostienen los autores de este trabajo, cuando el dilema está servido: qué es mejor para el interés y desarrollo del niño: estar o no estar con su madre cuando ésta se encuentra internada en u centro penitenciario; y en el caso de permanecer el niño con su madre, cuáles son las mejores condiciones para su desarrollo” (p. 11).
El primer capítulo hace un exhaustivo análisis comparativo sobre la situación a nivel internacional respecto a la edad hasta la cual pueden l@s niño@s permanecer con sus madres, no nos detendremos en la misma, ya que el tiempo trascurrido desde su publicación puede haber modificado estas pautas. Simplemente señalamos que van hasta los 18 meses, hasta los 3 años (el caso de España en ese momento) o hasta 6 o 7 años.
En el 2do. capítulo analizan específicamente la situación en España, y en el 3ro, el desarrollo psicosociobiológico de 0 a 3 años (que es la edad límite en España). En el mismo encontramos una completa información acerca de todos los aspectos que influyen en el esperado desarrollo evolutivo, para señalar la insuficiencia de investigaciones específicas sobre el crecimiento y desarrollo de l@s niñ@s que crecen en prisión. Existen trabajos, sin embargo sobre el impacto en l@s niñ@s al tener a uno o los dos – madre y padre encarcelados -. En el caso de niñ@s en prisión las dos posiciones al respecto, se basan en diferentes aspectos teóricos donde predominan la teoría del apego – a favor de mantener el vínculo madre-hijo – y el impacto temprano negativo de la institucionalización – en los que proponen la separación temprana. En este último caso Spitz (1965) señala que no hay que confundir los hogares/ casa cuna que son instituciones de otras características, con la situación del niño junto a su madre en otra institución como la cárcel. (p.69)
Hay estudios que han comparado el desarrollo evolutivo de dos grupos – niños en prisión con sus madres y niños institucionalizados en hogares/ casa cuna -, los resultados presentados por Spitz (1965); Casas (1993); Rutter (1995); Schaffer (1994), entre otros autores, determinan una mejor situación en la permanencia del contacto con sus madres. (p.75)
En España, los estudios llevados a cabo por el Departamento de Justicia de la Generalitat de Catalunya (1988) y en el Centro Penitenciario de Carabanchel (Madrid) (1995), concluyen que la relación madre-hij@ es buena, que a pesar de las condiciones adversas de la cárcel el desarrollo físico y psicológico de los niñ@s puede considerarse normal. El primero estudio trabajó con 55 niñ@s entre 0 y 3 años, el 2do con 100 niños entre 0 y 4 años.
El estudio más completo y más confiable metodológicamente realizado, según los autores, es el llevado a cabo en las cárceles británicas, de 1986 a 1988, sobre 74 niñ@ entre 2 y 18 meses, comparándolos con un grupo de control de niños criados por sus familias fuera del ámbito carcelario, durante el encarcelamiento materno. Según la autora Catan, “no se encontraron evidencias del retraso evolutivo severo y generalizado del que hablaron los estudios clásicos sobre niños institucionalizados” (p.77). Al realizar el seguimiento en el tiempo, se pudo observar una mayor capacidad en la desarrollo social de los niños en la cárcel con sus madres, probablemente a causa de los adultos en permanente interrelación, pero a medida que iban creciendo aparecían dificultades en el área del desarrollo locomotor y del desarrollo cognitivo. Se puede considerar que el contexto de prisión es suficiente para hacer posible la adquisición de las destrezas básicas pero no para practicarlas y elaborarlas. Los niños encarcelados con sus madres fueron cuidados y criados por ellas, el otro grupo por diferentes parientes y veían a su madre en el mejor de los casos un par de veces por semana.
La condiciones en las cárceles es un aspecto que los autores señalan como fundamental a la hora de tomar las decisiones respecto a la continuación del vínculo madre-hij@. Este vínculo se prioriza pero el entorno desfavorable puede llevar a acortar los tiempos de institucionalización de l@s niñ@s.
En la segunda parte del libro se desarrolla la investigación llevada a cabo por los autores en las unidades nacionales de Madrid (Carabanchel y Soto del Real), Sevilla (Alcalá de Guadaira) y en Valencia (Picassent). Participaron voluntariamente 121 madres que tenían consigo 127 hij@s, algunas más de uno ya que estaban por debajo de los 3 años permitidos. Se tomó un grupo de control similar donde los niñ@s eran criados fuera de la cárcel. Además de registrar los datos correspondientes a cada caso, se aplicó un Cuestionario de opinión de las madres sobre su estancia en la prisión; un Cuestionario sobre sus ideas evolutivas y educativas; la Escala Home adaptada al contexto; la Escala ITERS - que evalúa los recursos materiales, cuidado personal, aprendizaje, integración – y la Escala de Desarrollo de la 1ra. Infancia de Brunet-Lézine.
En la muestra relevada el 63,7% de los nacimientos se produjeron en la prisión. La edad promedio de l@s niñ@s era de 16 meses y casi la mitad tenía 1 año o menos. Las características de las madres son particulares teniendo en cuenta la población gitana que es relevante en esas cuidades. Se observan enfermedades como SIDA – 9,9% -; consumo de drogas – 13,2% -; hepatitis – 14% - entre las más frecuentes. Y trastornos como depresión – 13,2% -; historial psiquiátrico – 11,6% - ; Crisis de ansiedad – 7,4% - Ansiedad permanente – 5,8% -. Los argumentos manifestados por las madres acerca de tener a sus hijos con ellas son varios: centrados en la necesidad de la madre (amor maternal, dureza de la separación…) 40,5%; circunstanciales, (nadie puede hacerse cargo) 29,8%; centrados en el niño (es muy pequeño, necesita a su madre) 21,5% y otros (ayuda a sobrellevar la situación) 8,3%. El 63,6% considera que no tendrá ningún efecto esta reclusión en l@s hij@s. Las mismas madres en el 25 % de los casos opinan que no cambiaría en nada que estuviesen afuera, la mayoría en cambio prefiere tenerlos con ella. El 50% dice que la edad límite para estar con sus madres debería ser los 3 años que establece la ley en España.
Conclusiones:
A partir del análisis de los datos relevados, los autores señalan algunas cuestiones importantes a tener en cuenta:
1) La reclusión trata y mejora los problemas de salud de las mujeres,
2) Preocupa la tasa de reincidencia de las mujeres – 57% -
3) Se observa la Influencia de las características de estas madres desde la perspectiva de la psicología evolutiva – bajo nivel cultural, precarias condiciones de vida, complejas relaciones familiares, casos de malos tratos y abusos, problemas psiquiátricos, ocupación laboral precaria, elevado número de hijos, y aproximadamente la mitad ha estado antes en prisión.
4) Un importante número de casos corresponden a grupos minoritarios como gitanos y pertenecientes a países extranjeros generalmente por delitos de contrabando de droga.
5) La permanencia en la prisión asegura condiciones de alimentación, horarios, rutina, cuidados de la salud, amamantamiento, controles e indicaciones, mejores que en los casos en que están separados de sus madres, si te tiene en cuenta las condiciones habituales de vida de estas familias.
6) En general se observa una pobre imagen de las madres sobre sus hijos y dificultades en la crianza que deben ser trabajadas.
7) En cuanto a las adquisiciones en el desarrollo los autores no encuentran diferencias significativas entre permanecer con sus madres hasta los 3 años o criarse fuera la cárcel con otros familiares o familias sustitutas.
Al final del libro se presentan una serie de fotos sobre los espacios carcelarios de reclusión y los recursos con que cuentan.
Hasta acá la reseña, quedaría por señalar – y esto es una opinión personal - que la comparación en este estudio, entre ambos grupos de niñ@s se realizó contando con espacios carcelarios que distan bastantes de los que vemos en nuestro país, en este caso la mejora de los mismos es una prioridad en las políticas públicas en Argentina. Si estas condiciones fueran adecuadas, es posible que podamos detenernos en cada caso para evaluar lo que es mejor para el niño y favorecer la permanencia junto a sus madres.
BIBLIOGRAFÍA CITADA EN EL COMENTARIO:
Brunet, O. y Lézine, I. (1978) El desarrollo psicológico en la primera infancia, Madrid, Pablo del Rio.
Casas, F. (1993) Instituciones residenciales ¿Hacia dónde?, Madrid, Actas del lll Congreso Estatal sobre Infancia maltratada.
Catan, L. (1992) Infants and Mothers in Prission, en R. Shaw (Ed.)Prisioners´children. What are the issues? (pp. 13 – 28) London, Routledge.
Harms, T., Cryer, D. y Clifford, R. (1990) Infant / Toodler Environment Rating Scale (ITERS), New York: Teachers College Press.
Moreno, M. C., Palacios, J. y González, M. M. (1989) Versión española de la entrevista HOME, basada en Home Observation for measurement of the Enviroment (versión 0 a 3 años) de Caldwell y Bradley (1984).
Rutter, M. (1995) Maternal Deprivation. En M. H. Bornstein (Ed.) Handbook of parenting (Vol.4, pp. 4 – 31) Hillsdale, N J: Erlbaum.
Schaffer, H. R. (1994) Decisiones sobre la infancia. Preguntas y respuestas que ofrece la investigación psicológica, Madrid, Aprendizaje Visor.
Spitz, R (1965) The First Year of Life. Traducción al castellano: El primer año de vida del niño, Madrid, FCE, 1980
No hay comentarios:
Publicar un comentario