Fuente: El Dia
Potenciado por las redes sociales, el clásico maltrato
escolar traspone el límite del aula y genera situaciones difíciles de manejar.
UNA CHARLA SOBRE DISCRIMINACIÓN ESCOLAR EN LA WEB
REUNIÓ EL MIÉRCOLES PASADO A DECENAS DE DOCENTES Y DIRECTORAS DE LA PLATA
INTERESADAS EN APRENDER A LIDIAR CON ESTE TIPO DE SITUACIONES.
Cuentan que todo arrancó como un broma, acaso un poco
más festejada que las demás. Pero la broma no tardó en convertirse en rutina
entre los compañeros de aula y más tarde en ataques directos contra su
destinatario: Matías (14), un adolescente con dificultades para socializar. Su
mamá dice que comenzó a sospechar que algo pasaba en la escuela cuando Matías
empezó de pronto a poner excusas para no ir, pero que recién pudo confirmarlo
varios meses más tarde al encontrar algunos mensajes ofensivos en el teléfono de
su hijo. Su Facebook, que él mismo le mostró al confesarle el problema, también
reflejaba las agresiones de compañeros y extraños. La broma había trascendido
la escuela hasta convertirse en un hostigamiento incesante. Tras varios
intentos por ponerle fin, los padres terminaron por cambiarlo de colegio. De la
mano de internet el hostigamiento que antes se circunscribía al ámbito del aula
hoy no sólo suele ser incesante sino que alcanza un nivel de agresividad mayor
Comentarios ofensivos, frases injuriantes, fotos intervenidas con propósito de
burla y hasta mensajes intimidatorios... de la mano de internet y la telefonía
celular, los chicos que son “tomados de punto” en la escuela hoy no encuentran
paz. Y es que el hostigamiento que antes se circunscribía al ámbito del aula no
sólo suele ser ahora incesante sino que alcanza un nivel de agresividad mucho
mayor.
Así lo aseguran especialistas en ciberacoso escolar del Ministerio de Justicia que el miércoles pasado brindaron una charla en La Plata para ayudar a los docentes a lidiar con este tipo de situación. Organizada por la Defensoria del Pueblo de la Provincia, la propuesta reunió en el Rectorado de la UNLP a medio centenar de maestras y directoras de escuela, lo que da una pauta de lo extendida que está la problemática hoy. “La complejidad de la violencia que llega a darse ahora en las escuelas a través de las redes sociales exige prestarle una enorme atención”, sostiene el Defensor del Pueblo, Dr. Carlos Bonicatto, impulsor un programa especial para hacerle frente ciberacoso, quien asegura que “es fundamental brindarle herramientas a los adultos porque el fenómeno suele superarlos y no saben cómo actuar”. VIEJO PROBLEMA, NUEVA FORMA
Así lo aseguran especialistas en ciberacoso escolar del Ministerio de Justicia que el miércoles pasado brindaron una charla en La Plata para ayudar a los docentes a lidiar con este tipo de situación. Organizada por la Defensoria del Pueblo de la Provincia, la propuesta reunió en el Rectorado de la UNLP a medio centenar de maestras y directoras de escuela, lo que da una pauta de lo extendida que está la problemática hoy. “La complejidad de la violencia que llega a darse ahora en las escuelas a través de las redes sociales exige prestarle una enorme atención”, sostiene el Defensor del Pueblo, Dr. Carlos Bonicatto, impulsor un programa especial para hacerle frente ciberacoso, quien asegura que “es fundamental brindarle herramientas a los adultos porque el fenómeno suele superarlos y no saben cómo actuar”. VIEJO PROBLEMA, NUEVA FORMA
ENTRE LO PRIVADO Y LO PUBLICO
Con todo lo complejo que el fenómeno del hostigamiento
escolar puede ser hoy, el mayor desafío que le plantea a las docentes -como
varias de ellas expusieron el miércoles en a charla- es dirimir hasta qué punto
les corresponde intervenir. Porque lo cierto es que “si bien el cara a cara se
da en el aula -dice Ana García Munitis, la directora del Colegio Nacional de La
Plata- la mayoría de los conflictos trasciende el ámbito escolar”, por lo que
“es importante que los padres no crean que el problema puede resolverse por
completo en la escuela”. Lo mismo señala Mariela Rufino, la vicedirectora de la
Escuela Primaria del Normal I. “Generalmente las peleas arrancan en Facebook.
Después aparecen los padres en la escuela buscando una solución. Y si bien
nosotros venimos trabajando con talleres de convivencia, juegos de rol y otros
recursos para poner a los chicos en el lugar del otro, lo cierto es que la
escuela sólo puedo solucionar el problema en parte; también la familia tiene
que actuar”. Pero cómo hacerlo si “cuando sucede -señala la madre de Matías-
una no sabe siquiera por dónde empezar”. “Lo primero que atiné a hacer cuando
mi hijo me contó lo que venía pasando desde hacía meses fue imprimir los
comentarios de Facebook y mostrárselos a los papás de esos chicos para que
hablaran con ellos, pero no sirvió de mucho. Después pedí una entrevista con la
directora del colegio, y aunque se comprometió a trabajar sobre el tema, todo
siguió igual.
Al final la única solución que encontramos fue sacarlo
de ahí”, cuenta la mamá. Frente a experiencias como ésta es que algunos
organismos públicos, como la Defensoria del Pueblo de la Provincia y el
Ministerio de Justicia de la Nación han comenzado a poner a disposición de padres
y maestros tanto tutoriales que indican cómo manejarse ante situaciones de
ciberacoso como equipos especializados para brindarles asesoramiento técnico y
legal. En ambas reparticiones enfatizan sin embargo la importancia de estar
alerta y dicen que mantener un diálogo abierto con los chicos es la herramienta
más efectiva para evitar que un eventual conflicto con sus compañeros derive en
un problema mayor.
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