El siguiente texto es un fragmento del articulo publicado y traducido por ASAPMI y elaborado por ABRAPIA (Asociación Brasilera de Protección de la Infancia y la Adolescencia).
Para ver el documento en extenso y otras notas de interés relacionadas a la temática hacer clic aquí
1- Indicadores de estar siendo blanco del
bullying
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Demostrar falta de ganas de ir a la escuela
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Sentirse mal en la hora de ir a la escuela
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Pedir para cambiar de escuela
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Revelar miedo de ir o volver a la escuela
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Cambiar el trayecto frecuentemente entre la casa y la escuela
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Tener bajo rendimiento escolar
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Volver de la escuela, repetidamente, con ropas y libros rotos
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Llegar a casa con heridas inexplicables
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Volverse un chico cerrado y arisco
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Parecer angustiado, ansioso y deprimido
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Presentar manifestaciones de baja auto-estima
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Tener pesadillas frecuentes, llegando a gritar ”socorro” o “lárgenme” durante
el sueño
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“Perder” , repetidas veces, sus pertenencias o su dinero
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Pedir siempre mas dinero o robar dinero de la familia
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Evitar hablar sobre lo que le pasa o dar disculpas poco convincentes para todo
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Intentar o cometer suicidio
Si
su hijo/a presenta algunos de estos indicadores descriptos puede ser que esté
siendo blanco de bullying. Intente conversar con el/la sobre el asunto y, caso
confirme su sospecha, busque al profesor y/o la dirección de la escuela para
que lo ayuden a solucionar el problema.
No
exija del niño/a o joven lo que el no se sienta capaz de realizar!
No
lo culpe por lo que le sucede!
Elogie
su actitud de relatar lo que lo está atormentando!
2
– Cuando la agresividad pasa a ser Bullying?
Es
común que los niños pasen por situaciones de vida en los que se sientan
fragilizados y como consecuencia de esto se vuelvan temporalmente agresivos. De
esa manera, el nacimiento de un nuevo bebe en la familia, la separación de los
padres o alguna pérdida de un ser querido pueden ser motivos de un cambio
repentino en el comportamiento del pibe/a. A pesar de eso, esa “tormenta”, va
pasando y deja paso a momentos de “calma”. Pero, hay casos en que se observa
algo diferente: algunos niños y jóvenes presentan una agresividad no apenas
transitoria sino permanente. Parece que están siempre provocando situaciones de
pelea. Este es uno de los motivos por los cuales esos niños o adolescentes
pueden volverse agresores crónicos y posibles autores de bullying.
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