Published in julio 17th, 2012
RESPONSABILIDAD
DE LOS ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS. EPISODIO DE VIOLENCIA EN UNA ESCUELA DE
ENSEÑANZA PRIVADA. Encierro y golpiza propinada hacia un alumno, por parte de
sus compañeros. Lesiones físicas. RESPONSABILIDAD OBJETIVA DE LA INSTITUCIÓN ESCOLAR.
Artículo 1.117 del Código Civil. Multa por conducta temeraria durante el
proceso. EXONERACIÓN DE RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES DE LOS MENORES. Art.
1.115 del Código Civil. Transferencia de la guarda de los hijos al
establecimiento. PROCEDENCIA DE LA DEMANDA CONTRA EL INSTITUTO Y CONTRA LOS AUTORES
DEL DAÑO (alumnos mayores de diez años). RUBROS INDEMNIZATORIOS. DAÑO MORAL.
Menor que padece cicatrices en su órganos genitales, a raíz del suceso.
Ponderación de su condición de adolescente para la cuantificación del DAÑO
ESTÉTICO
“G., R. M. c/ Inst. Inmaculada concepción de Nuestra Sra. de Lourdes y Otros s/ daños y perjuicios (acc. tran. c/ les. o muerte) – CNCIV – 02/02/2012
“G., R. M. c/ Inst. Inmaculada concepción de Nuestra Sra. de Lourdes y Otros s/ daños y perjuicios (acc. tran. c/ les. o muerte) – CNCIV – 02/02/2012
Published in mayo 23rd, 2012
La
violencia -ya se sabe- es un componente cotidiano en la vida de las sociedades,
y la Argentina
no es, en ese sentido, lamentablemente, una excepción. De ese componente
deletéreo no escapa ninguna zona de la realidad social, económica o cultural. Y
no escapa tampoco el ámbito educativo, ya que la escuela no es una isla en el
conjunto de la geografía moral de una nación. Pero cuando la explosión de
violencia que llega a las dependencias escolares incluye muertes y alcanza un
grado de virulencia como el que se puso de manifiesto en los casos de
agresividad criminal como se han sucedido, hay motivos para que la sociedad
tome conciencia de que estamos ante una tendencia que sobrepasa los límites de
la alteración habitual de los hechos.
Las agresiones en las escuelas no están aisladas de un fuerte y violento contexto social. Las causas están íntimamente ligadas a la realidad social en la que los niños y adolescentes se encuentran hoy insertos. Las limitaciones de muchas familias para cumplir su natural tarea de contención, la influencia nefasta de los mensajes que emiten algunos medios de comunicación, la falta o incapacidad de muchos adultos para poner límites efectivos al comportamiento de los niños o jóvenes y, por encima de todo, la ausencia de valores y referentes éticos en la práctica de la vida cotidiana figuran, sin duda alguna, entre las causas de estos hechos sombríos y deplorables. El pésimo ejemplo que reciben los jóvenes cuando advierten que las acciones violentas no se castigan y que la impunidad en todos los niveles es la respuesta habitual de la sociedad frente al crimen o al delito contribuyen también a explicar la reiteración de los episodios que estamos señalando. -
La pobreza extrema, la situación de muchos hogares en los que faltan alimentos, el alcoholismo e incluso la drogadicción son casi siempre identificados como las causas principales de la violencia, pero en realidad deberían considerarse como factores que contribuyen a exacerbarla. En el caso de las escuelas, es evidente que la pérdida de autoridad de los maestros y profesores y la ausencia de medidas disciplinarias o disuasorias -los clásicos premios y castigos- frente a los actos graves de indisciplina o de inconducta conforman un escenario propicio para que los actos de violencia se manifiesten y se reiteren. –
Las agresiones en las escuelas no están aisladas de un fuerte y violento contexto social. Las causas están íntimamente ligadas a la realidad social en la que los niños y adolescentes se encuentran hoy insertos. Las limitaciones de muchas familias para cumplir su natural tarea de contención, la influencia nefasta de los mensajes que emiten algunos medios de comunicación, la falta o incapacidad de muchos adultos para poner límites efectivos al comportamiento de los niños o jóvenes y, por encima de todo, la ausencia de valores y referentes éticos en la práctica de la vida cotidiana figuran, sin duda alguna, entre las causas de estos hechos sombríos y deplorables. El pésimo ejemplo que reciben los jóvenes cuando advierten que las acciones violentas no se castigan y que la impunidad en todos los niveles es la respuesta habitual de la sociedad frente al crimen o al delito contribuyen también a explicar la reiteración de los episodios que estamos señalando. -
La pobreza extrema, la situación de muchos hogares en los que faltan alimentos, el alcoholismo e incluso la drogadicción son casi siempre identificados como las causas principales de la violencia, pero en realidad deberían considerarse como factores que contribuyen a exacerbarla. En el caso de las escuelas, es evidente que la pérdida de autoridad de los maestros y profesores y la ausencia de medidas disciplinarias o disuasorias -los clásicos premios y castigos- frente a los actos graves de indisciplina o de inconducta conforman un escenario propicio para que los actos de violencia se manifiesten y se reiteren. –
Tampoco
ayudan la falta de un auténtico compromiso de las autoridades con la educación,
el crecimiento abusivo de una cultura mediática y “light” y la falta de
estímulo a la conciencia de que los buenos resultados sólo se obtienen con
esfuerzo y sacrificio. Por otro lado, es necesario desterrar el absurdo
prejuicio que identifica todo concepto de orden o de autoridad con el vicio de
lo autoritario. Ello lleva en muchos casos a los adultos a no entender que su
función, en la formación de los niños y jóvenes, consiste muchas veces en decir
que no.
La
problemática de la violencia escolar es un fenómeno que debe ser asumido de
manera conjunta por gobiernos, autoridades educativas, docentes, padres de
familia y los propios alumnos. Es menester redefinir y fortalecer los
principios morales y volver a creer en la educación como el valor fundamental
de la vida argentina, en un contexto de confianza en la importancia fundamental
de la paz social, del culto al trabajo y de la plena vigencia de la libertad.
Published in septiembre 25th, 2008
En las últimas investigaciones sobre violencia
escolar, apareció un tipo de violencia DESAPERCIBIDA para la
mayoría de los docentes y que ocupa la escena principal en el aula (acoso,
maltrato, aislamiento, rechazo, entre otros).-Existen violencias manifiestas
que por su característica son fáciles de observar; pero, ¿qué sucede con las
nuevas formas de violencia desapercibida que sufren algunos alumnos en
silencio? La investigación mostró que la violencia física desciende a medida
que se va avanzando en edad, pero se percibe un aumento de la verbal. -Además,
es más frecuente la violencia física en los varones y la psicológica en las
niñas. Más allá de la sanción que corresponda, la pregunta hoy debería ser: qué
estamos haciendo para PREVENIR todas estas formas de violencia.? Las
normas deben existir, pero qué más podemos hacer desde la escuela y las
familias para adelantarnos a estos hechos que no sólo se presentan en la
escuela, sino en todos los ámbitos en donde niños y adolescentes se
relacionan.? . ¿Quién educa hoy al niño para que sepa CONVIVIR
con el otro? Tenemos que analizar la responsabilidad que nos cabe como
padres y reflexionar de cómo las escuelas y principalmente las de doble
escolaridad ,se han convertido en depósito de hijos, para padres
trabajadores.!!-No le estamos dando la importancia que se merece a la parte
afectiva y emocional de los niños/adolescentes.-
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