sábado, 17 de septiembre de 2016

El Defensor Provincial patrocinará la querella de la madre de la adolescente violada presuntamente por policías

La mamá de la adolescente de 14 años que fue abusada el martes pasado se presentó ante el Ministerio Público de la Defensa disconforme con la marcha de la investigación. Insistió con la participación de un patrullero y de uniformados en el hecho. Un hombre de 40 años fue detenido en Soldini vinculado al hecho
Gisela B., madre de A. B realizó este viernes una presentación ante el Ministerio Público de la Defensa a los fines de constituirse como querellante en la causa que investiga el abuso sexual y la violación de la adolescente. La joven de 14 años de edad, fue víctima de abuso sexual y violación a manos de quienes serían miembros de una fuerza de seguridad. El pedido será interpuesto formalmente este lunes ante el Ministerio Público de la Acusación con el patrocinio letrado del Defensor Provincial, Dr. Gabriel Ganón.
El escrito de presentación señala que el día martes 16, A.B. salió de la escuela “Sabín” de Barrio Acindar, alrededor de las 18 horas como es habitual, en dirección a su domicilio, donde vive con sus abuelos. En ese momento, un automóvil marca Fiat Duna color plateado o gris con vidrios polarizados la detuvo y uno de sus ocupantes le dijo que la detención es producto de un operativo policial, ya que en su mochila llevaba droga para hacer una “entrega”.
Luego de eso, un patrullero pasó por la mano contraria de la avenida, momento en el que los ocupantes del automóvil Duna le hacen seña para que se detenga. El patrullero se detuvo y de él descendió un policía uniformado que cumplió con la orden de los ocupantes del Duna y le revisó la mochila que llevaba consigo, mientras le preguntaban a A. si tenía “la droga”.
Momentos después, el móvil policial se retiró y A. continuó la marcha hacia su hogar, hasta que en la intersección de Dr. Riva y Avellaneda el Fiat Duna que vio antes, se detuvo nuevamente junto a ella, y uno de los ocupantes la tomó del cabello y de su mochila, metiéndola por la fuerza al auto y, sentándola en el asiento del acompañante. Entonces pudo observar claramente que dentro de este vehículo se encontraban dos hombres.
El acompañante que se encontraba dentro del automóvil, a quien el conductor llamaba “Sebastián”, estaba vestido de policía e incluso usaba los “zapatos” propios de la fuerza. Además, escuchó que esta persona -“Sebastián”- llamaba al conductor del automóvil como “jefe”.
El automóvil se dirigió por calle Avellaneda hasta Uriburu en donde doblaron con dirección a la Jefatura de Policía mientras los dos hombres le advertían que por la cuestión de “la droga” la iban a dejar detenida. El automóvil circuló por el perímetro de la Unidad 6 hasta que decidieron volver a tomar Uriburu en el sentido que va a Circunvalación (de Este a Oeste). Momentos después, ingresaron con el vehículo a un descampado, donde había una casa en construcción. Dentro de la misma se encontraba un hombre que le dio la bienvenida al conductor con la frase: “pasá estás en tu casa, tomate el tiempo que quieras”.
En ese momento se bajaron del auto y la adolescente fue llevada hasta un árbol. Como A. empezó a llorar, el llamado “Jefe” disparó dos tiros al aire, la arrojó al piso y con el arma apuntándole en la cabeza la empezó a violar. Los demás hombres que se encontraban en el lugar los dejaron solos. Seguidamente le exigió a la joven que le diera el número de teléfono de su casa, para llamar a su familia, diciéndole después que nadie atendió.
Luego de todo ello los hombres la obligaron a A. a subir al auto y la llevaron a su casa, pero al ver que familiares de la joven estaban en la vereda no se detuvieron.
Continuaron el recorrido y siendo las 20 horas, la bajaron del auto, aparentemente en el mismo lugar en el que la habían forzado a subir al mismo. Entonces A. ,como pudo, se fue caminando hasta su casa e informó a los abuelos lo sucedido.
El relato de la joven señala indicios y evidencias claras de participación policial en los hechos y preocupa a la familia que la Fiscal, Dra. Carla Cerliani, a cargo la investigación realice conjeturas apresuradas ante los medios sobre la ausencia de participación de personal de la fuerza.
Además, en ese sentido, es llamativo que la ropa que tenía puesta A. al igual que la mochila que llevaba no hayan sido custodiadas y peritadas, y aún permanecen en poder de la familia sin que se hayan preservado como prueba de los hechos.
Lo mismo sucedió con el celular que llevaba A. y con el que grabó a las personas que la secuestraron y la violaron. Este tampoco fue preservado para extraer pruebas dactiloscopias de los agresores que lo habían manipulado para borrar algunas imágenes que A. había grabado. Más aún sorprende que personal de la PDI le haya manifestado a los familiares que esas imágenes “no servían como prueba”.
Es por ello que la madre de la adolescente y el Defensor Provincial solicitarán a la Fiscal que entiende la causa, Dra. Carla Cerliani, que además de dictaminar sobre el pedido de constitución como querellante, realice algunas diligencias probatorias que profundicen la investigación sin desechar apresuradamente ninguna hipótesis, entre otras el secuestro de GPS y hoja de ruta de personal policial intervinientes en la zona; relevamiento sobre la existencia de cámaras de vigilancia y secuestro de las mismas en las zonas aledañas al hecho asignando para el cumplimiento de la misma una fuerza de seguridad que no dependa de la Unidad Regional II de Policía de la Provincia de Santa Fe; y que sea oficiado el Ministerio de Seguridad a los fines de que de manera urgente acompañe: 1) nómina de todo el personal dependiente de la Unidad Regional II de Policía indicando la dependencia y/o área en la que cumple funciones, 2) el listado de vehículos asignados a la Unidad Regional II que se encuentren sin asignación de número de móvil y reúnen características externas de un automóvil particular.
Fuente: Abogados Rosario
Fecha: 22/08/2016 - Región: Santa Fe


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